Guilin, los más bellos parajes chinos

La ciudad de Guilin está situada a las orillas del río Li en la provincia de Guangxi. Es un importante punto turístico debido principalmente al impresionante paisaje en el que está situada. Se supone que los primeros asentamientos humanos que hubo en la zona datan del 111 A. C.

Ya al sobrevolarla en el avión nos damos cuenta de que estamos ante un paraje totalmente singular, con la belleza del río y sobre todo de las montañas kársticas.

Uno de los primeros lugares que suelen visitarse en Guilin son los extensos arrozales situados a las afueras de la ciudad. Resulta impresionante ver la enorme extensión que ocupan, dándole al paisaje un aire muy especial al unirse a montañas y a los extensos bosques que rodean la ciudad.

Guilin

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Rincones mágicos

Un lugar que no debes dejar de visitar es “La cueva de la flauta de caña”. Con este poético nombre se conoce a una preciosa cueva de más de 500.000 años. En su entrada crecen cañas de bambú con las que se fabrican flautas y de ahí procede su nombre.

En el interior de la cueva hay un lago natural en cuyas aguas se refleja la luz. Esta rebota en las estalagmitas y estalactitas que parten de suelos y techos de la construcción natural y crea un juego de luces impresionante, que no deja indiferente a ningún visitante. La propagación del sonido también es especial en este mágico rincón.

En el centro de la ciudad hay otro paisaje de postal muy conocido, el del lago Shan Hu. De fondo es posible ver dos pagodas budistas, la del sol y la de la luna, típicas construcciones chinas que ofrecen una visión muy pintoresca.

Un crucero por el río

Sin duda el atractivo turístico por excelencia de Guilin es realizar un crucero por el río Li, la forma corta con la que se conoce al río Lijiang, hasta la vecina ciudad de Yangshuo. El viaje es de unas cuatro horas, ocho si se realiza ida y vuelta, y durante el mismo se puede disfrutar de los hermosos paisajes de la zona de la manera más relajada.

Podremos contemplar lugares con nombres tan sugerentes como la Colina Agujereada,  la Colina del Florero Vacío, o la Colina Pintada.

Durante el crucero puedes disfrutar de las vistas tranquilamente, ya que la capacidad de los barcos es de 40 personas como máximo. Suelen disponer de un pequeño lugar a modo de cafetería dónde es posible tomar una bebida y en algunos barcos incluso comer.