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Vacaciones en Bora Bora

bora bora

Cuando se trata de playas, elegir las costas del Océano Pacífico es una forma de asegurarte, las mejores vacaciones de tu vida. Y una decisión ideal vacacionar en Bora Bora. Bora Bora, es un atolón en lo que se conoce como Islas de la Sociedad, en la  Polinesia Francesa al noroeste de otro destino turístico de ensueño:  Tahití.   Hasta mediados del siglo XX, Bora Bora seguía siendo un entorno en medio del océano de mucha calma y belleza natural pero pronto fue descubierta y hoy es uno de los destinos recreativos más importantes de la región.

Bora Bora es el lugar perfecto para desconectar de la rutina y empeñarse en el relax y el ocio. Un bonito lugar de 29.3  29,3 km²  rodeado por una laguna separada del mar por un arrecife. Uno de los detalles más representativos de Bora Bora son los llamados motus, islotes de pequeño tamaño alargado con vegetación, el más bello y más famoso es el  Motu Tapu. El entorno natural se combina perfectamente con toda una gran variedad de hoteles y resort en donde alojarse en el área de los islotes o motus.

Un alejarse de los paisajes urbanos cotidianos es Bora Bora, donde los hoteles se encuentran en pilotes sobre la laguna. Hay hoteles accesibles a todo presupuesto desde sencillos hasta de lujo extremo, hay toda clase de diversiones acuáticos y es fácil acercarse a este paraíso en medio del Pacífico, a través de vuelos que unen Tahiti con Bora Bora. Ya en Bora Bora, no vale recordar las exigencias del trabajo y la vida cotidiana, ante el paisaje abrumadoramente hermoso, no puedes menos que olvidarte de la rutina y dejarte llevar por la experiencia, de descansar, pasear y nadar en Bora Bora.

Por su enorme belleza, su vegetación, la fauna, los islotes y las aguas azules del mar que compiten con un cielo hermosamente despejado en Bora Bora, el lugar ha sido también lugar uno de los más fotografiados del mundo.

Imagen: Vía

Capitales poco conocidas: Wellington en Nueva Zelanda

Wellington

Muchos turistas prefieren irse de vacaciones a lugares donde el turismo aún no se ha convertido en un fenómeno masificado. Si estás entre ellos, me atrevo a sugerirte que visites Wellington, ciudad capital de Nueva Zelanda.

Por su extensión territorial, Wellington es la segunda ciudad más grande de Nueva Zelanda. Es una urbe moderna rodeada por un bello entorno natural, dominado por hermosas colinas que abarcan buena parte del horizonte y un singular puerto que bordea su otro flanco. Una particularidad de la ciudad es su pequeño tamaño, lo que facilita al turista su exploración y poder recorrerla completamente a pié mientras visita todos los lugares de su interés.

Lugares para visitar

Nadie que visite Wellington debe dejar de visitar su Museo Nacional, o como se conoce en su lengua nativa, Te Papa Tongarewa. Este museo, que es el más grande de Nueva Zelanda, se caracteriza por su carácter innovador, abre sus puertas al visitante los 365 días al año y lo mejor es que visitarlo no cuesta ni un centavo. Las diferentes salas de este museo ofrecen al turista un recorrido por toda la historia de Nueva Zelanda y un vistazo a los orígenes y desarrollo de su cultura desde las primitivas comunidades indígenas hasta civilización moderna. Resaltan las exhibiciones permanentes de las salas del arte y cultura maorí.

Muy popular entre los neozelandeses y los extranjeros que llegan a Wellington es el teleférico de Lambton, de camino a este funicular situado en la zona alta de la ciudad no dejes de visitar el Observatorio Astronómico ¨Carter¨, su planetario y el Museo del Funicular. También te encontrarás en el recorrido los bellos jardines de la región y el Cementerio ubicado en la calle Bolton. Al final del viaje del teleférico no dejes de contemplar el paisaje desde su mirador.

Otro de los destinos turísticos de calidad que es posible disfrutar en Wellington es su Jardín Botánico, repleto de incontables especies exóticas de la flora tropical y enclavado en un bellísimo y pintoresco paisaje. El Jardín Botánico se localiza en las elevaciones del Monte Victoria en la zona oeste de Wellington y su vía de acceso es el funicular de Lambton.

Actividades

Durante su visita a esta ciudad el viajero tendrá a su disposición una vasta oferta para el ocio y el entretenimiento, hecha para todos los gustos y edades. No faltan los modernos cafés y bares, plazas y teatros donde se puede disfrutar de música en vivo y numerosos restaurantes de diferentes categorías para el disfrute de la gastronomía autóctona e internacional.

Si te interesa llevarte algún recuerdo de tu visita a Wellington, la calle Cuba es el lugar ideal por la cantidad de comercios informales que exhibe. Esta calle domina uno de los barrios más frescos y juveniles de la ciudad por lo cosmopolita y bohemio de sus comercios, los servicios de todo tipo que se brindan, y lo animado y colorido de su gente y atmósfera que recuerda a la pequeña del Isla del Caribe.

En la actualidad algunos operadores importantes de turismo han puesto su mira en Wellington como destino a explotar, así que si eres de los que prefieren los lugares turísticos no masivos, aprovecha antes de que la ciudad se convierta en un destino turístico famoso, pues potencial le sobra para serlo en poco tiempo.

Capitales poco conocidas: Nicosia en Chipre

Esta ciudad y capital de Chipre se encuentra enclavada en sobre la altiplanicie de Mesaoria y franqueando por ambas orillas al río Pedias. Sus fronteras naturales las definen por el sur el monte de Troódos, y por el norte los macizos Kyrenia-Karpas. Es una ciudad pequeña y su población es de unos 240 mil habitantes.

A través de su aeropuerto internacional Lárnaca, ubicado al sudeste de la urbe a una distancia de 34 kms del centro de la ciudad, Nicosia establece su enlace con el resto del mundo.  Declarada capital en el año 1974, Nicosia es una ciudad muy curiosa, pues exhibe 2 sectores completamente independientes y una zona neutral. El sector norteño es administrado por los turcos, mientras  que el sur es controlado por los griegos. La zona neutral se mantiene bajo dominio de fuerzas de paz de la ONU. En Nicosia también radica el arzobispado de la iglesia autocephalus chipriota.

Antique shop on the Turkish side of Nicosia

Esta metrópoli tiene una industria muy poco desarrollada, representada fundamentalmente por los géneros textiles, la alfarería, el calzado, la industria del plástico y la elaboración de alimentos. La mayoría de estas producciones se destinan al autoconsumo de Chipre. La mayoría de la población de Nicosia se dedica a labores agrícolas y la ganadería, destacándose las producciones de hortalizas, cereales, frutas y la cría de ovejas y cabras.

Nicosia tiene el privilegio de ser una de las metrópolis más vetustas del planeta. Se fundó en la Edad de Bronce y en su etapa de máximo esplendor fue uno de los centros económico más importantes del Asia pues por ella transitaba todo el comercio entre las naciones del mar Egeo y la región de Asia Menor.

Una de las atracciones turísticas fundamentales de Nicosia es la Catedral de Santa Sofía, testigo de la mayoría de los hechos acaecidos en la convulsa historia de Chipre, fruto del encuentro entre diversas culturas del Oriente y el Occidente. Esta catedral se construyó entre los años 1209-1325, ha sufrido innumerables saqueos a través de los años durante las invasiones a Chipre, ha tenido varios nombres y sido la sede de varias religiones diferentes. En una visita a este centro histórico podrás abundar más en su historia.

Igualmente interesante para el visitante a Nicosia puede resultarle el Archivo Histórico de la ciudad, El Museo Nacional con una amplia muestra arqueológica del pasado, el Palacio Real y el Museo del Patriarcado. Todos esos lugares te permitirán un acercamiento a la turbulenta historia chipriota. Muy curioso para el visitante resultará el emblemático muro que divide el sector dominado por los turcos del que se encuentra bajo control griego, tal y como antaño existía un muro dividiendo Berlín.