Phnom Pehn, una forma diferente de conocer Camboya

A pesar de ser la capital de Camboya, Phnom Pehn, o Nom Pen como también se le conoce, es una gran desconocida para los occidentales, que muchas veces ignoramos que además de ser una gran ciudad es también un gran centro de ocio con muchas alternativas para los turistas que se acercan a conocerla.

Puedes visitar  el Palacio Real, la Pagoda de Plata, el Palacio Nacional o el Museo del Autogenocidio de los jemeres rojos y recorrer sus abarrotadas calles montado en un pequeño carrito de alquiler tirado por una moto. Las moto taxis son el sistema más habitual para desplazarse por Phnom Pehn y una vez que te acostumbras se te pasa un poco el miedo ya que el tráfico es realmente caótico.

camboya

Unas calles de auténtico espíritu asiático

Las calles de Phnom Pehn conservan la esencia de las antiguas ciudades asiáticas. Es fácil encontrar puestos caseros dónde comprar fruta tropical y todo tipo de comida. Aunque si no estás acostumbrado a los alimentos de la zona es mejor que no comas nada fuera de los restaurantes.

No es caro desde el punto de vista occidental comer en la capital camboyana y puedes manejarte en dólares, aunque es más que probable que te den el cambio en la moneda del país, el riel, por lo que debes de tener cuidado o acabarás perdiendo mucho dinero con los cambios. Recuerda que estás en Asia así que siempre que cojas un taxi o compres algo en un puesto, regatea duramente.

Café y teatro, dos de las mejores cosas de la ciudad

Es habitual que las calles de la ciudad estén anegadas por las aguas, incluso cuándo ese día no ha llovido. Es habitual ver a los niños jugando en el barro cuándo no están trabajando, pues el trabajo infantil es uno de los peores cánceres del país.

Los expertos en café dicen que el café camboyano es realmente bueno. Es costumbre desayunar con un café con leche condensada, ideal para los más golosos. Es muy recomendable visitar el mercado central durante el día y a la tarde acudir a alguno de los teatros del centro a ver alguna representación tradicional. El estilo de su teatro y sus ropajes son francamente llamativos y aunque no entendamos el idioma será una gran experiencia presenciar una interpretación.

Por supuesto no podemos irnos de la ciudad sin acudir a alguno de sus maravillosos centros de masaje. Existen muchos muy recomendables, pero es preferible que preguntes en el hotel dónde te alojas para que te digan cuales son los más limpios y profesionales.