Cuando se aproximan fechas vacacionales, surge la ineludible duda de adónde ir. ¿Nos quedamos en el país o tiramos de pasaporte? ¿Quemamos carretera o surcamos los mares? ¿Ponemos rumbo norte, sur, este u oeste? ¿Oriente u Occidente? ¿Playa o montaña? ¿Campo o ciudad? ¿En plan aventura o sobre seguro? ¿Abrigo polar o gafas de sol y toalla?
Las opciones son prácticamente inagotables, por lo que la respuesta nunca es sencilla. Hay elementos que acotan hasta cierto punto el abanico de posibilidades. Por ejemplo, el presupuesto, que no siempre alcanza para los destinos más ambiciosos. Por otro lado, el tiempo del que disponemos orientará nuestra decisión hacia ámbitos más o menos lejanos.
También echan por tierra parte de nuestras opciones nuestras preferencias del momento, es decir, lo que nos pide el cuerpo en esos momentos. Si apetece esquiar, tacharemos los destinos soleados; si lo de lo que se trata es de relax absoluto, habrá que descartar de inmediato las grandes metrópolis. El capricho manda.
El placer de elegir
Con todo, los rincones de nuestro planeta son inagotables. No importa cuánto acotemos las alternativas, estas siempre se contarán por decenas, al menos. Además, como todo turista de pro bien sabe, el viaje nunca sacia el hambre viajera, sino al contrario: la acrecienta. Por ello, antes siquiera de emprender nuestro viaje, ya estaremos haciendo planes para el siguiente. Es la pescadilla que se muerde la cola. También es uno de los mayores deleites viajeros.
Porque, admitámoslo, la elección del destino forma parte del viaje mismo, y por cierto no es de las peores. En ocasiones, las gratificantes sensaciones que nos aportan los preparativos del viaje poco tendrán que envidiar a las que experimentaremos durante el transcurso del propio periplo turístico. Por esta razón, la tarea de elegir destino, piedra angular de los preparativos del viaje, puede resultar un auténtico placer.
¿Nos quedamos por Cuenca o saltamos el charco y nos plantamos en Miami? El proceso de elección pasará por recoger datos de este y aquel destino, ver imágenes, consultar publicaciones especializadas. Las históricas Casas Colgadas conquenses contra el superlujoso Ocean Drive de Miami. El pisto manchego acompañado de un buen Valdepeñas contra los aromas latinos, acompañados del mejor café, en Little Havana. El viaje ya habrá comenzado.
En blogs como el de Ciudades Candidatas obtendremos razones sólidas para elegir entre uno u otro destino turístico, además de un adelanto visual de las maravillas que habremos de encontrarnos. Del resto, serás tú quien tenga la última palabra.