Los Picos de Europa son la muralla de Asturias. Muralla siempre abierta porque es, desde hace décadas, uno de los espacios naturales de España más visitados y admirados. Fue el Primer Parque Nacional de España llamado de la Montaña de Covadonga (1918), Parque Nacional de los Picos de Europa en 1995 y Reserva de la Biosfera en 2003.
No se sabe a ciencia cierta de donde viene el nombre de este trozo de la Cordillera Cantábrica. Los más imaginativos dicen que la denominación se debe a que los las cumbres de los Picos eran la primera visión de Europa que tenían los navegantes que venían del norte. Los más escépticos no se la creen. Sea como sea, los Picos de Europa componen un majestuoso paisaje con más de 300 cumbres situadas muy cerca del mar y entreveradas de una actividad humana agrícola, ganadera y artesana que hacen de estos lugares la Reserva de la Biosfera más visitada de España después del Parque Nacional del Teide. La Reserva se integra en el Club de Producto Reservas de la Biosfera de Asturias.
A veces apetece echarse al monte. La montaña asturiana ofrece muchas rutas y paisajes para conseguirlo, y los Picos son el lugar idóneo para hacer todos los niveles de actividad montañera, desde el básico senderismo hasta la escalada de élite. El Club ofrece en este espectacular entorno un total de 28 ofertas de ocio, gastronomía y alojamientos que se unen a la facilidad de las comunicaciones desde cualquier zona de Asturias y a la variedad de paisajes que se suceden en un entorno con 300 millones de años de historia geológica. Los Picos se dividen en tres macizos principales jalonados por bosques de hayas y robles, además de crestas y valles que han ido moldeando el hielo y los ríos de la zona. Las posibilidades de explorar este vasto espacio las podemos conocer en el Centro de Interpretación Pedro Pidal. Allí, en las inmediaciones de los legendarios lagos de Enol y La Ercina, encontrará el viajero toda la información sobre el Parque Nacional de los Picos de Europa con maquetas y audiovisuales sobre el medio natural y etnografía. Varias empresas de turismo activo nos pones a los pies de los Picos y son las piezas de un mapa de aventuras que marca los recorridos del ocio aprovechando la fuerza de bosques, ríos, caminos y paredes de roca caliza para que el viajero disfrute de uno de los paisajes más conocidos y elogiados de España.